Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2022

Draconis Tempora: Korvosa (T3), Huida del Viejo Korvosa (6/6)

Imagen
  Los compañeros continuaban su periplo por el Laberinto Reanimado, aquel complejo subterráneo en el que los Arkona (una familia de rakshasas que se hacía pasar por emporio criminal) entrenaban a sus hombres de confianza, en busca de Vencarlo Orsini y del senescal Neolandus. En plena forma, tras toparse con una tarima mágica que les restableció de unas heridas casi mortales infligidas por una trampa venenosa en la que, de ahora en adelante, llamarían “la cámara de las avispas”, caminaron por los largos pasillos del subterráneo precedidos por Thepeiros, atento a cualquier trampa que pudiesen encontrar. Cruzaron un largo pasillo en el que la única peculiaridad era un mural en el que los monos allí representados parecían burlarse de ellos mientras se columpiaban en las ramas de un exuberante paisaje selvático. Poco después, el elfo se topó con una puerta secreta que daba paso a una estancia bastante amplia. En el suelo de aquel lugar se hallaban dibujados cuatro círculos de teletranspo

Draconis Tempora: Korvosa (T3), Huida del Viejo Korvosa (5/6)

Imagen
Después de haber iniciado una despiadada batalla en el palacio de la familia Arkona y descubrir que Bahor, el jerarca, era en realidad un peligroso rakshasa, los compañeros habían descendido hasta un complejo subterráneo excavado bajo la vivienda. Allí, tras ser emboscados por una rakshasa y varia lamias, el grupo había dado con una puerta secreta que conducía a un túnel adoquinado y, evidentemente, artificial: el inicio del Laberinto Reanimado. Aquel túnel les condujo, tras unos minutos de camino, hasta unas enormes puertas de oro de doble hoja. Había imágenes de tigres grabadas sobre ambas hojas y varios textos escritos en lenguaje infernal que hablaban de la familia Arkona: en realidad un clan de rakshasas que había sido exiliado al plano material por un poderoso archidemonio. Tras abrir las puertas, quedaron algo confundidos al solamente encontrar una estancia sin salida y con una enorme palanca en el centro. Tras deliberar un par de minutos, Jarnarak accionó la palanca, retroce

Dirigir Rol: Partidas con un solo jugador

Imagen
Según pasa el tiempo y vamos echando años en nuestra mochila, nos vamos dando cuenta de que aquello que decía Carl Sandburg acerca de que el tiempo es la divisa de nuestra vida se va haciendo cada vez más dolorosamente cierto. Son muchas las obligaciones y responsabilidades de nuestra vida adulta y eso, por descontado, acaba repercutiendo en nuestro hobbie favorito. No serán pocas las ocasiones a lo largo del año en las que nuestra mesa de juego se resentirá por la ausencia de un jugador u otro. Incluso se dará el caso de que, en fechas señaladas, sea totalmente imposible disponer de unas horas en común para organizar una partida. De hecho, así fue como llegué a las partidas con un solo jugador. A lo largo de mi vida rolera, se ha repetido en varias ocasiones la circunstancia de que solo otra persona y yo teníamos la capacidad de coincidir en una fecha para jugar. Al principio, simplemente no se celebraba ninguna partida debido a no poder contar con el resto de la mesa.  Sin embargo

Draconis Tempora: Un trabajo demasiado peligroso

Imagen
Caeldrim y Zook no eran sino dos delincuentes que solían operar en la ciudad de Farallón de los Cuervos. El primero era un semielfo plateado que complementaba sus habilidades para el latrocinio con ciertas aptitudes arcanas de la escuela de ilusionismo. Por su parte, Zook era un feroz gnomo con la cara tatuada que vivía de sus dos espadas cortas. Ambos se habían conocido tiempo atrás durante una de sus habituales visitas a los calabozos de la ciudad. Desde entonces, habían llegado a ser primero socios y después amigos. El caso era que esta peculiar pareja andaba con la bolsa bastante vacía en los últimos tiempos, de modo que pensaron en pasarse por un antro llamado “El Lagarto Negro”, donde uno de los hampones locales, Hark Dienteausente, operaba habitualmente. Hark siempre tenía algún trabajo para cualquier alma descarriada que necesitase llevar unas monedas a su bolsa. Dienteausente les recibió sin demasiados problemas. Incluso les agradeció que Zook descubriese a un tipo espiando