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DT8: Dragones de Krynn - En busca de los dragones (9/9)

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Tras perder a la maga Amalie durante el combate con unos minotauros thoradorianos y descubrir que un ejército de los Lores de los Dragones se estaba movilizando en el norte, las circunstancias se antojan cada vez más aciagas. Después de enfrentarse a un tenebroso dragón no-muerto alzado por la hechicera Artha, los compañeros descubrieron que el vínculo entre los humanos y los dragones se resquebrajaba con terribles consecuencias para Krynn. Como respuesta ante estas preocupantes revelaciones, el grupo formado por el explorador kagonesti Sudryal, la guerrera humana Maida, el guerrero-mago qualinesti Grendalas y el bardo kender Laster se dirigía a las montañas de Astivar en busca de un grupo de dragones buenos. A apenas un par de días de camino del cementerio de dragones, los compañeros se internaron en el bosque de Lahue. Una gran variedad de árboles y vegetación formab allí la densa arboleda en la que helechos y matorrales cubrían el bosque. Era dificil avanzar debido a la densa veget

DT8: Dragones de Krynn - En busca de los dragones (8/9)

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Tras haber reducido a cenizas el navío de los minotauros de guerra thoradorianos, combate en el que perdió la vida Mormus, el enano paladín de Reorx; el grupo formado por la humana guerrera Maida, el guerrero-mago elfo Grendalas y la maga humana Amelie prosiguió su camino por la costa hacia el norte, en busca de aquel misterioso cementerio de dragones que parecía estar relacionado con todo lo que últimamente estaba ocurriendo. Era casi medio día cuando el grupo divisó una bandada de cuatro ojos-ala que volaba a unos treinta metros de altura. Las abyectas criaturas dieron apenas un par de vueltas en círculo sobre el grupo antes de comenzar a alejarse de nuevo. Antes de conseguirlo, uno de los ojos-ala caería abatido por un rayo eléctrico convocado por Grendalas, mientras que un segundo ser moriría por un certero impacto de la honda de Amalie. No tardaron en cambiar la aserrada costa por un enorme prado de alta hierba y tréboles de grandes hojas. Allí, se toparían con un elfo kagonesti

DT8: Dragones de Krynn - En busca de los dragones (7/9)

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Con el corazón aún encogido por la pérdida de sus compañeros en el laboratorio de Tarligor, ahora yaciendo desmoronado bajo las aguas del pantano, Grendalas rescató los cuerpos sin vida de Estrellanegra, Iryl y Belina del cenagoso elemento para subirlas a bordo de la balsa de los gully. Durante todo ese tiempo, los enanos no paraban de discutir acerca de la tarifa que debían cobrarle a ese elfo esmirriado. Y así, Grendalas pasó en silencio todo aquel perezoso periplo a través de las turbias aguas del pantano hasta que, casi al caer la noche, llegaron a una zona poco profunda, donde el agua cubría apenas treinta centímetros. No obstante, el hedor en aquel lugar era nauseabundo, mucho peor que en cualquier otra parte de aquel oscuro pantano. Un ruinoso poblado de chozas elevadas del agua sobre pilares parecía haber sido dejado caer allí sin el más mínimo cuidado. Según pudo entender Grendalas, chapurreando lengua enana con uno de los gully, aquel lugar se llamaba Prull. Se trataba de u

DT8: Dragones de Krynn - En busca de los dragones (6/9)

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Con precaución, el grupo formado por el sacerdote humano Estrellanegra y los elfos qualinesti Iryl y Grendalas, abandonaron aquellas turbias aguas que les llegaban a las rodillas para entrar en el cochambroso edificio de madera que era el "Albergue Culeman". En la puerta, aquella mujer cuarentona de pelo sucio que daba nombre al lugar les sonreía mientras el cocodrilo amaestrado junto a ella les dedicaba una mirada muy poco tranquilizadora. “ No temáis, solo muerden a los tacaños y a los ladrones ” volvió a decir. Dentro del amplio salón de madera, otros tres enormes cocodrilos dormitaban distribuidos por la estancia. Los reptiles sisearon al ver entrar a los compañeros, pero Culeman les espantó dando unas palmadas. Allí también había una joven que se presentó como Belina, cuyas agraciadas facciones dejaban claro que no estaba emparentada con Culeman. Las paredes del local estaban cubiertas de trofeos, destacando una sanguijuela gigante, una pitón enorme y la cabeza de un

DT8: Dragones de Krynn - En busca de los dragones (5/9)

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Apenas un día después de su encuentro con Linsilee y sus guerreras kagonesti, el grupo formado por el sacerdote humano Estrellanegra, la guerrera elfa Iryl, la exploradora humana Shalindra y el guerrero-mago elfo Grendalas llegó a una zona donde los escuálidos pastos dejaban paso a un terreno lodoso y repleto de vegetación. El zumbido de los innumerables insectos se dejaba escuchar por todas partes, al tiempo que podían verse pequeños reptiles correteando por aquí y por allá. El aire era tremendamente húmedo, dando lujar a una atmósfera asfixiante que hacía el viaje muy poco agradable. En aquel lodazal, podían encontrarse sin embargo algunas zonas secas e incluso algún pequeño arroyo de aguas cristalinas en el que llenar los odres. El grupo usó una de aquellas zonas para acampar por la tarde, con la intención de pasar la noche y continuar al día siguiente. La noche pasó sin incidencias y los compañeros se pusieron en camino a la mañana siguiente. Poco después de haber iniciado la mar

DT8: Dragones de Krynn - En busca de los dragones (4/9)

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Después de haber rescatado a Abworth, el erudito, de las entrañas de aquel engendro gnómico que imitaba la anatomía de un dragón desde la particular visión de aquellos pequeños humanoides, los compañeros fueron conducidos por el anciano hasta su despacho. Mientras caminaban por los pasillos del instituto, el erudito no dejó de agradecer efusivamente su rescate. Los ayudantes, Irin y Rimsey llevaron comida y bebida para todos. El anciano había pasado un mal trago y necesitaba restablecerse. A pesar de su estado, Abworth miraba con preocupación a los compañeros, todos bastante heridos. Particularmente grave parecía el estado tanto de Estrellanegra como de Iryl, pero los compañeros le aseguraron que sólo necesitaban descansar. Una vez se relajaron todos, el erudito les preguntó el motivo por el cual habían venido a verle. No pudo evitar una sonrisa cuando los compañeros le mencionaron al alcalde Frohm, su viejo amigo. Luego, cuando se hizo referencia a la progresiva desaparición de los