Entradas

Mostrando entradas de 2021

Draconis Tempora: Korvosa (T3), Huida del Viejo Korvosa (2/6)

Imagen
Tras pasar la noche en una de las casas abandonadas de Viejo Korvosa, ocultándose de la Turba de Pilts, el grupo formado por la paladina humana Kaylee, el guerrero minotauro Jarnarak, el guerrero-mago elfo Anduil y el sacerdote enano Thrainan, se puso en marcha hacia la casa de Vencarlo, el maestro de esgrima con el que la mariscal Cressida Kroft les había encomendado contactar. Cuando llegaron a la vivienda de Vencarlo, la encontraron aparentemente vacía y con la puerta de entrada cerrada con llave. Justo cuando Kaylee y Anduil discutían sobre quién debería trepar a una de las ventanas, el minotauro Jarnarak echó la puerta debajo de un empellón. Cuando entraron en la vivienda, rápidamente se percataron de un leve olor a humo. La casa parecía llevar abandonada más o menos desde que la mariscal Kroft recibiera la última carta de Vencarlo. No habían avanzado más que unos pocos pasos hacia el interior de la vivienda cuando sus enemigos cayeron sobre ellos. Alertados por la estruendo

Draconis Tempora: Korvosa (T3), Huida del Viejo Korvosa (1/6)

Imagen
La última vez que supimos de la paladina humana Kaylee, el guerrero minotauro Jarnarak y el elfo dorado Anduil, versado tanto en el acero como en la magia, habían regresado a la superficie con las notas del Doctor Davaulus, que permitirían a los médicos y curanderos de toda la ciudad fabricar una vacuna contra el Velo de Sangre. Oficialmente, una vez erradicada la epidemia, la Reina Ileosa declaró que el Doctor Davaulus no había sido sino un traidor aliado con la secta de Loviatar. Alguien que había traicionado su confianza, actuando a sus espaldas contra Korvosa y sus gentes. Casi a continuación, la presencia de las Doncellas Grises se había hecho mucho más evidente en la calle, disolviendo los grupos de personas que parecían conversar… entrando en las tabernas para que se hiciese rápidamente el silencio. De todos modos, ni Ileosa ni sus Doncellas Grises pudieron evitar que la gente comenzase a murmurar acerca de la implicación de la Reina en la expansión del Velo de Sangre. T

Jugar Rol: Jugar un personaje conflictivo

Imagen
A veces, solo a veces, alguien se pone a dirigir en la mesa de juego y resulta (oh, sorpresa) que ese alguien no soy yo. Entonces, con mi mejor sonrisa en el rostro, me pongo mi supertraje de jugador y me preparo para disfrutar de mi afición preferida desde el lado opuesto de la mesa. ¿Cuál es el problema? A decir verdad, ninguno… pero tengo que advertirte, por si alguna vez me diriges, que me gustan los personajes conflictivos : el paladín inflexible, el bárbaro pendenciero, el halfling cleptómano, el mago malvado y ambicioso… personajes extremos y que pueden ser un punto problemático en mesa si no saben llevarse. A algunos de mis colegas directores de juego se les ponen los pelos como escarpias solo de pensar en que tienen a uno de estos personajes en mesa. Todos creemos haber tenido experiencias poco gratificantes con este tipo de personajes en mesa, cuando en realidad no es así. Nuestra mala experiencia no fue con ese personaje, sino con el jugador . Salvo en algunos jue

NakorA - Preludios: Salina

Imagen
Era una noche cerrada, sin luna. Nada que afectase demasiado a los ojos dorados de una khizana como Salina. En completo silencio, la mujer deslizó su cuerpo de piel azul grisáceo con vetas oscuras por el borde del acantilado hasta lograr una visual adecuada a sus necesidades. Las únicas fuentes de luz provenían de las solitarias lámparas de aceite que prendían cerca del castillo de popa del pesquero d´heriin. Porque eso era, nada más que un barco pesquero; nada que ver con la tropa incursora de la que le había hablado Alaqa. El navío tenía los distintivos de Orturum, sin duda pescadores que habían tenido algún tipo de percance con su nave y se habían visto obligados a atracar en las costas de Khizan. Salina pudo ver a dos d’heriin trabajando en una de las velas, dos hombres-gato trepaban por el mástil y parecían manipular el velamen con notable inquietud reflejada en sus rostros de felino. Otro d’heriin, probablemente el capitán, contemplaba absorto los trabajos desde el timón.

Dirigir Rol: Deja que se flipen

Imagen
Hace aproximadamente un mes, los jugadores de mi mesa Cuentos de los Valles tuvieron un peligroso enfrentamiento en los bosques del Valle de la Sombra con el temible Culto del Dragón. Aquella pequeña fuerza a la que se enfrentaron estaba liderada por un paladín de Talos llamado Kragor, que también era un antiguo amigo de Cinthork, uno de los personajes jugadores; alguien que traicionó la fe para pasarse a las filas del Mal. Cinthork, que además de paladín de Tyr es un minotauro, tenía unas motivaciones emocionales tremendas que le impulsaban a acabar con Kragor, de modo que decidió arrojarse al combate de un modo bastante temerario: Los PJ tenían como aliados a unos jinetes de grifo que, en ese momento, alzaron el vuelo. Cinthork decidió que quería agarrarse a las patas de una de las bestias para que le alzase en su vuelo con la intención de dejarse caer en mitad del contingente enemigo; justo sobre Kragor. Obviamente, a muchos directores de juego se les ocurren mil razones por

Draconis Tempora: Los Reinos, Cuentos de los Valles (11/12)

Imagen
Tras el brutal enfrentamiento con Kragor y sus hombres en el bosque, el grupo formado por Cinthork, Jesper, Sathelyn y Zenit, se reunió   con el contingente de cincuenta hombres enviado desde la Torre Retorcida. Tras deliberarlo un rato, los compañeros convinieron en que los soldados regresaran a fin de no dejar desguarnecida la Torre, acompañados por Jesper y Sathelyn. Mientras tanto, Cinthork y Zenit partirían al oeste para reunirse con Hilan Grove y los otros cincuenta hombres que perseguían al grupo del Culto del Dragón en el que se encontraba el mago Asbras Hlumin. Zenit empleó su magia para comunicarse mentalmente con Hilan Grove. Cuando el mercenario le informó de que Asbras se encaminaba hacia el Valle de la Daga, le dio instrucciones de que continuase la persecución; indicándole que Cinthork y él pronto se les unirían. Así, Cinthork y Zenit continuaron su camino hacia el oeste en compañía del jinete de grifo que les había acompañado hasta entonces mientras que Jesper y S