Dirigir Rol: Dirigiendo a nuevas mesas

Quizá nunca te ocurra, porque prefieras mantenerte en la zona de confort que representa tu mesa habitual, donde te encuentras entre amigos, pero podría ser que tu mesa de siempre no pueda reunirse en una temporada por las circunstancias propias de la vida adulta, o tal vez te hayas mudado a otra ciudad... Sea como fuere, podrías verte en la tesitura de haber aceptado dirigir para una nueva mesa de juego, formada por gente a la que no conoces de nada. En el artículo de hoy, te daré algunos consejos bastante simples para ayudarte en esta tesitura.



NO HAGAS UN BRIEFING, TÓMATE ALGO

Hace bastante tiempo que pienso que la Sesión Cero es una de las mejores herramientas antes de comenzar a dirigir para un grupo nuevo. No es necesario que sea algo formal, como una especie de briefing. Simplemente, puede aprovecharse un día en el que os reunís para hacer conjuntamente los personajes o, como yo mismo he hecho más de una vez, basta con quedar previamente para desayunar o comer antes de la partida y hablar de varias cosas que, a posteriori, harán que todo fluya mucho mejor.

Es importante que todos estemos en la misma página en cuanto a cosas como el tono y el género de lo que vamos a jugar. No es lo mismo jugar una fantasía épica oscura que una aventura pulp llena de chascarrillos. Si tienes en mente una aventura de intriga política, no te va a molar nada que los personajes de los jugadores comiencen a destripar gente a diestro y siniestro.

Además, no está de más discutir qué temas no deberían aparecer en la mesa y cuáles se deben manejar con algo de cuidado. Recuerda que no conoces a la gente con la que vas a jugar, y no sabes nada acerca de las experiencias desagradables por las que han tenido que pasar en su vida. A lo mejor tienes que dejar esa partida tan escabrosa para otra ocasión o, quizá, uno de tus jugadores decida que no es para él y prefiera no participar antes de pasar un mal rato. Somos personas. A las personas hay que tenerlas en cuenta, porque jugamos al rol para pasarlo bien. Si alguien se está agobiando o está sufriendo en una mesa de juego, no es positivo. NO SEAS IMBÉCIL.

También es bueno que dejes claro cómo equilibras la balanza entre narrativas y mecánicas, aunque te parezca una tontería. Recuerda que no todo el mundo juega como lo habéis hecho tu mesa habitual y tú durante toda la vida. Hay mesas que siguen el manual como si fuera una biblia escrita en piedra, y otras que tuercen o ignoran ciertas reglas si la ficción lo propicia. Ninguno de los dos supuestos es mejor que el otro, pero si varias personas de la mesa están en frecuencias distintas con esto, la cosa no va a funcionar del todo bien. Por último, hay que marcar algunas pautas sobre cómo se gestiona la mesa. Llegad a un acuerdo sobre si permitís móviles en la mesa, si discutís cualquier desacuerdo sobre reglas haciendo una pausa o lo hacéis al final de la partida... pequeñas cosas que a algunos les pueden dar igual y a otros les molestan mucho.


METIÉNDONOS EN HARINA

Si vas a dirigir para una mesa de desconocidos, te aconsejo que optes por una aventura bien estructurada y, en la medida de lo posible, autocontenida. Yo no me lanzaría a algo que me llevase más de tres o cuatro sesiones hasta ver cómo funciona el grupo. Idealmente, empezaría con un oneshot. Una historia breve ayuda a generar una sensación colectiva de logro que permite cohesionarse a la mesa.

Sería bueno que te esforzaras en que, por lo menos hasta que captes las dinámicas, el foco pase por cada jugador al menos una vez. Las personalidades fuertes tienden a dominar la mesa y no siempre saben autorregularse, pero también hay gente que realmente disfruta más estando en un segundo plano. Identifica el perfil de tus jugadores, no dejes que unos acaparen la partida, pero tampoco obligues a nadie a exponerse más de lo que le hace sentir cómodo.

Cada quien tiene su estilo dirigiendo, pero creo que es una buena idea intentar que los personajes de tus jugadores brillen. Sé un fan de los personajes, como canturrean los PbtA. Esto va a fortalecer la confianza de los jugadores y mejorará con ello su experiencia de juego. También te aconsejaría que aceptes cierto nivel de caos. Hay jugadores muy creativos que quizá vengan de mesas con una libertad para la narración colaborativa que es desconocida para ti. En lugar de resistirte a los desvíos del guion, abrázalos siempre que no destruyan la coherencia.


LA POSTPARTIDA

Pregunta tras la partida, o pásales un cuestionario anónimo, como hago yo. La comunicación con tu mesa te va a ayudar a mejorar muchísimo. Te interesa averiguar qué les ha parecido más divertido o qué les gustaría explorar en otras partidas. Además, podéis crear un canal de comunicación, como un grupo de Whatsapp, para tratar asuntos de la partida, organizar las quedadas, mantener el hype o compartir vuestras tonterías. Os va a ayudar a organizaros, pero también podría ser útil para cohesionaros como grupo.


Dirigir a una nueva mesa es un desafío, pero sobre todo una oportunidad. Va a retarte como director de juego y descubrirte estilos que podrían ser muy diferentes al tuyo. Si eres listo, esto te ayudará a expandir tu zona de confort rolero y a adquirir nuevas perspectivas y habilidades.

¿Y tú? ¿Te has visto ante el desafío de dirigir en una nueva mesa? ¿Cómo fue la experiencia? ¿Te pareció apasionante? ¿Has jurado no volver a hacerlo?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dirigir Rol : Subtramas

Dirigir Rol: Cuándo pedir tiradas

Los Reinos (T4) - Las Tablas del Destino (5/X)